martes, 29 de octubre de 2013

Elio Berhanyer, un documental para un maestro eterno de la moda

        Cuando entrevisté a Elio Berhanyer en septiembre de 2010 para Diario Público, al irme, cerré la puerta de su espacio en el backstage de Cibeles y se me escapó una lágrima. Había estado junto a uno de los grandes de la moda española, yo era una novata y me di cuenta de que siempre podría decir que le había conocido. Dos años después, en un desfile especial que le homenajeaba, de nuevo en la semana de la moda madrileña, sacando algunos de los mejores diseños de su carrera, le entregaron un ramo de rosas que repartió entre los presentes. A mi me tocó una y fue el segundo regalo que me hizo Elio. El tercero es su legado, que queda para la eternidad como un objeto de estudio histórico, sociológico y artístico.

        "Un diseñador no tiene solo que saber hacer trajes, tiene que saber de maquillaje, de peinados, diseñar accesorios, bolsos, joyas, zapatos es una profesión muy complicada, completa y apasionante", explica el propio diseñador. 


Esta es la rosa que me dio el maestro Elio Berhanyer

      Y ahora, gracias al documental "Elio Berhanyer, maestro del diseño" se convierte en un documento audiovisual que repasa su trayectoria y analiza su trabajo en relación con la época que le tocó vivir, el convulso siglo XX. Se estrena el día 30 en la Cineteca del Matadero de Madrid dentro de la programación del Fashion Film Festival y se emitirá el día 3 de noviembre a las 00.00 horas en La 2 de TVE.

    Diego Galán, ex director del festival de cine de San Sebastián, es el director del documental y explica lo que veremos: "Recoge pasajes esenciales de su trayectoria, desde la pobreza de su infancia a los momentos de triunfo, a través de entrevistas con el propio Berhanyer, amigos y familiares allegados, y también con compaleros del diseño, algunos de ellos competidores suyos, otros rendidos admiradores que desvelan y analizan su sistema de trabajo". 


       Elio nació en 1929 en Córdoba y con solo 17 años comenzó su carrera en el mundo de la moda en Madrid. Tres años más tarde abrió su propia tienda y un año después presentó su primera colección. Eran los sesenta, una de las mejores décadas para dedicarse a la profesión que crea el glamour. Él tuvo en sus manos el cómo ir bien vestido. Multitud de premios nacionales e internacionales han hecho de su curriculum uno de los más completos del sector en la historia de la moda en España; en 2011 recibió el premio Nacional de Diseño de Moda que concede el Ministerio de Cultura "por su trayectoria de más de medio siglo tratando de embellecer lo cotidiano, una vida dedicada a la elegancia e imaginación desde la simplicidad y sencillez de formas". 

     Entre las curiosidades que encuentro repasando su trayectoria está el momento celebrity, vistió a grandes divas de Hollywood, Ava Gardner, también a la Reina Doña Sofía y a la alta sociedad de la época. En el cine coló algunos de sus diseños, pero me quedo con el traje de flamenca de Lola Flores en "Sevillanas" de Carlos Saura, y hasta modernizó a las azafatas de Iberia. Berhanyer tiene una cátedra de diseño en la Universidad de Córdoba y es doctor Honoris Causa por la Universidad de Harvard. Y eso que hasta los 18 años era prácticamente analfabeto. 


Vestuario de "Sevillanas" de Carlos Saura (1992)


       Pese a su origen humilde y sus inexistentes recursos, este diseñador es un autodidacta que ha basado su trabajo en la moda en diferentes aspectos culturales y grandes referentes del diseño como Balenciaga y André Courrèges. Su pasión por la arquitectura la encontramos en la formas, de personajes de la pintura del siglo XIX sacó inspiración para muchos trajes de noche y el vestuario para obras de teatro le dio una de sus primeras oportunidades como figurinista. Su apellido es un ejemplo más de la creatividad del cordobés, mezclando las letras de Berenguer (su verdadero apellido) nació Berhanyer, el del diseñador y además se alejaba así de su pasado y de su familia. 

     En más de medio siglo de trabajo ha diseñado más de 30.000 vestidos, llegó a tener 200 puntos de venta en España y fue de los pocos que combinó durante décadas el trabajo en la alta costura y el pret à porter. Pero nunca se conformó solo con las prendas, pasó por los accesorios, perfumes, complementos y hasta se adentró en el mundo del vino. La marca Berhanyer era sinónimo de glamour, lujo y estilo, y eso, no caduca. 


lunes, 28 de octubre de 2013

Todas están enamoradas de Alejandro Sanz

Uno de los primeros conciertos de mi vida fue de él. La gran e inolvidable gira "Más" en el estadio de fútbol linense. No podía creerme mi suerte. Me sabía todas las canciones, él era el cantante del momento. El de las madres, las hijas y las abuelas. Sí, el Pablo Alborán actual o puede que incluso más. Muchos años y discos después, ahí sigue Alejandro Sanz dando guerra. Y yo también.

Ahora le recuerdo de nuevo porque recibe un bonito homenaje. 13 voces femeninas cantan una selección de canciones de toda su carrera. El proyecto se llama "¿Y si fueran ellas?" y lo protagonizan Marta Sánchez, Malú, Thalía, Sole Pastorutti, India, Natalia Jiménez, Ana Torroja, Lamari (Chambao), Paquita la del Barrio, Merche, Pasión Vega, Francisca Valenzuela y Victoria.

La estrategia de lanzamiento del disco es ir desvelando poco a poco los temas. Hoy se ha estrenado el de Marta Sánchez:



Recordemos cómo era el videoclip oficial de esta canción del artista:


"¿Y si fuera ella?" formó parte de aquel gran disco publicado en 1997, y no es la primera vez que una mujer la interpreta. Malú lo ha hecho en varias ocasiones en televisión y en algunos conciertos de Alejandro Sanz.


La canción que canta Malú en este disco recopilatorio es otra, "Desde cuándo" y podrá escucharse un pequeño adelanto a partir del día 29 de octubre. Thalía ha elegido "Cuando nadie me ve", Sole Pastorutti entonará "Quisiera ser", India ha preferido "Tú no tienes alma", Natalia Jiménez se ha quedado con la mítica "Amiga mía", Ana Torroja con "Se le apagó la luz", Lamari de Chambao versiona "Corazón Partío", Paquita la del Barrio se lanza con "Aprendiz" (el single que lanzó la carrera de Malú), Merche no podía si no cantar "La fuerza del corazón", Pasión Vega se atreve con "A la primera persona", Francisca Valenzuela con "Lola Soledad" y Victoria con el "Pisando fuerte" de los inicios del homenajeado allá por 1991.

Descubre cada uno de los temas en la web del disco. El 18 de noviembre sale a la venta el disco. 

Y no me extraña nada este homenaje porque Alejandro Sanz lleva toda la vida cantando al amor, cantando a las mujeres de su vida. Aunque de su ajetreado corazón no es menester hablar. No deja de ser un enamorado perpetuo, o al menos eso transmite con sus letras. Las canciones de los noventa siguen estando igual de vivas en 2013, y las más recientes sufren una suerte de reencarnación femenina. Un disco para coleccionistas, para aquellas que forraban sus carpetas y decoraban sus habitaciones con la imagen de Alejandro. Para aquellas que a lo largo de los años se han olvidado de él, o ya no le llegan tanto como antes sus canciones. Este disco es una forma de recuperar la esencia de Alejandro Sanz en clave femenina.

viernes, 25 de octubre de 2013

La moda que nace de la cultura. Inspiraciones.

   Para el primer post,he pensado que la mejor forma de presentarme es analizar un look que defina cómo entiendo la moda. Decidir quién me inspira tanto como para dedicar un texto a su estilo parecía fácil, pero no lo ha sido.

Por mi mente han pasado desde la imprescindible y omnipresente Audrey Hepburn en la no menos conocida "Desayuno con diamantes" hasta la odiada Kerry Washington desde que Tarantino y "Scandal" le echaron el ojo. Incluso he recordado mi cuadro favorito, "La noche estrellada" de Van Gogh, como referente estilístico. ¿Por qué no iba a servir como un punto de partida? Ese juego de colores y formas, el arte de convertir pegotes de pintura en una imagen para la eternidad... Justo como los grandes diseñadores, así trabajan los pintores. También se me han pasado por la cabeza mis flores favoritas, las rosas blancas, señal de pureza y elegancia, como la que tiene Marion Cotillard cuando la viste Dior. No crean que solo con ponerse el modelito ideal ya se convierte en diva, el streetstyle (vamos, el verdadero estilo) de la actriz francesa no es mejor que el de mi vecina de arriba, pero el glamour que desprende cuando se enfunda una de las joyas que le presta la maison… ¡Ay! (suspiro, suspiro).



Cuando pienso en por qué me interesa la moda no recuerdo el color tendencia del otoño. Tampoco si lo que se lleva es el tejido neopreno o si las tachuelas pasaron a mejor vida (hasta dentro de una década, que volverán). Recuerdo mi primera visita al Museo del Traje, la forma en que  mi abuela enhebra las agujas y los disfraces que juntas –cuando yo era pequeña- diseñábamos y a los que ella daba vida, y también pienso en la caligrafía de David Delfín. Muchas veces, estos recuerdos mezclan disciplinas artísticas: “Dos en la carretera”, Audrey y unas gafas de sol blancas; Los tutús de Rodarte en “Cisne negro”, la arrebatadora personalidad que desprendía el vestuario de Carrie Bradshaw y el de Serena Van der Woodsen, la valentía de Coco Chanel para marcar un antes y un después en la Historia de la Moda…

Y entonces, tras días dándole vueltas a quién merecía este pequeño homenaje, me decidí. Solo ella. Tan loca como cuerda, sentimiento puro. Frida, artista inmortal. El libro de Gerard de Cortanze y el reportaje que tuve la suerte de escribir sobre la exposición que realizaron en su casa-museo sirvieron para convencerme de que la mexicana encontró en la moda su aliada perfecta.

Su gran acierto fue que supo esconder un físico poco agraciado, que no evitó que fuera toda una rompecorazones, primero bajo pantalones y después bajo faldas y vestidos regionales. La poliomielitis, el accidente de tráfico y las más de treinta operaciones convirtieron a la pintora en  una luchadora por la vida. Sus etapas en la cama, encerrada en corsés y en sillas de ruedas definieron su forma de ser y su armario. Al principio de su juventud podemos verla vestida de hombre, y a finales de su vida no imaginaba su ser sin la feminidad de las joyas, las flores, las faldas,el maquillaje y los vestidos. Cuando la moda europea comenzó a instaurarse en su país natal, ella, contracorriente, decidió apostar por las ropas prehispánicas con las que ha quedado para siempre en nuestra memoria. Con ello conseguía ser el centro de atención. Tras una visita a París con motivo de una exposición escribió una carta a su marido y amante perpetuo Diego Rivera en la que le decía "en todas las reuniones a las que asisto y en cualquier parte que estoy, el centro de atención soy yo: con mis hermosos trajes bordados de los indígenas, con mis tocados de flores e inválida". 


Imagen de 1926, Frida en el centro vestida de hombre con miembros de su familia

Cuando la moda europea comenzó a instaurarse en su país natal, ella, contracorriente, decidió apostar por las ropas prehispánicas con las que ha quedado para siempre en nuestra memoria. Con ello conseguía ser el centro de atención. Tras una visita a París con motivo de una exposición escribió una carta a su marido y amante perpetuo Diego Rivera en la que le decía en todas las reuniones a las que asisto y en cualquier parte que estoy, el centro de atención soy yo: con mis hermosos trajes bordados de los indígenas, con mis tocados de flores e inválida". 


Portada de Vogue París en 1939, número dedicado a mujeres especiales de América Latina

Frida construyó su identidad y su imagen. Para ello llegó a diseñar y modificar las prendas, muchas encargadas a medida y al extranjero –en sus épocas más boyantes-. Su vestido de tehuana, el traje tradicional de las mujeres del Istmo de Tehuantepec, es el más característicoLa moda se enamoró de Frida y Frida de la moda. Por eso en 1939, Vogue París supo encontrar en ella algo especial, una de esas personas que cambiaría el rumbo de las tendencias para siempre. Elsa Schiaparelli diseñó un vestido inspirado en ella y la siguieron Jean Paul Gaultier y Ricardo Tisci, entre muchos otros. No creo que Frida pensara más de la cuenta a la hora de vestirse cada mañana, la naturalidad con la que enamoraba a todo el que se cruzaba (desde Leon Trotsky a Chavela Vargas) se desprende en sus fotografías. No fue Alaska la primera que gritó aquello de “A quién le importa”, ya lo hacían las cejas de Frida en los años 30, 40 y 50. Que no crean las más jóvenes que eso ha sido cosa de la nueva it girl-estoyportodaspartes-soyunamalota, Cara Delevigne.


Frida, sin pensarlo, consiguió un look que pasaría a la historia como uno de los más icónicos de la historia reciente. Su obra pictórica, basada principalmente en autorretratos, dio el golpe final a esta fridamanía de los seguidores de la cultura pop. Comienza por su arte, pasa por su aspecto y termina con una personalidad llena de conflictos y contradicciones dramáticamente interesantes. Era tan enigmática que sus secretos valen más por secretos que por descubrimientos. La imaginación de lo que pudo ser es, casi siempre, mucho más seductora. Y ¿por qué Frida? Porque qué es la moda si no un reflejo de un tiempo, de una sociedad, de  una personalidad. Y puestos a escoger un personaje inabarcable, ella, en su imperfección, es perfecta.