lunes, 4 de noviembre de 2013

¿Qué habrían sido las princesas Disney si no hubieran nacido en un mundo machista?

Son pocas las niñas que no quieran ser princesas. Y digo pocas porque conozco ejemplos de algunas que odian todo lo que tenga que ver con tul rosa, volantitos y pinturitas. Aunque, generalizando, esto del "Buenos días, princesa" nos encanta y va, casi por defecto, en el ADN femenino.

Ser una mujer del s.XXI y adorar los cuentos de Disney ¿incompatible? Puede que no. Para empezar hay que hacer un ejercicio de comprensión y contextualización: los cuentos que inspiraron las películas de Disney fueron escritos en una determinada época (siglo XIX algunos como Blancanieves) en la que las mujeres no tenían los derechos ni disfrutaban de la igualdad actual. Que sigue sin ser una igualdad completa, que conste. Por tanto, sería un error leerlos como si fueran producto de la cultura y las costumbres de las últimas décadas.

Tampoco esto evita que podamos analizar las carencias de estos personajes que siguen y seguirán conquistando a generaciones y generaciones de niñas. Volver a ver estas películas con una mirada más crítica e ir completando su mensaje con comentarios y explicaciones que se ajusten a la realidad de los pequeños compensa las carencias de las protagonistas. Por eso, me parece divertido estudiar las personalidades de las princesas de Disney y adivinar qué habría pasado si los cuentos se hubieran escrito actualmente. Ellas habrían estudiado o tendrían alguna profesión antes de conocer a sus príncipes y podrían ser mujeres independientes y realizadas. Los problemas del amor llegarían por sí solos... Enfrentarse a la inexistencia del príncipe azul es la verdadera tragedia de las "princesas" de hoy en dia.

¿Qué habrían sido las princesas de haber nacido a finales del s. XX o en el s. XXI?

La Sirenita. Profesión: exploradora-astronauta o cantante. Aunque es una de las princesas con más decisiones reprobables en su historia, hay una característica que define su personalidad y es la búsqueda de la aventura y el inconformismo. Lo dejó todo sin mirar atrás (familia y amigos) e incluso no le importó perder una de sus mayores virtudes (su voz) solo por ir en busca del amor. Pero volviendo a lo positivo, Ariel podría haber sido una gran cantante, toda una Adele de su tiempo. O podría haber enfocado su carrera por otro lado, más científico y menos artístico. Su interés por conocer aquel mundo que se le escapaba cuando vivía en el mar es equiparable al de alguien que ansía conocer el espacio, un astronauta.

Blancanieves. Profesión: veterinaria. Es la princesa de los animales por excelencia y no cabe duda de que si en su mano hubiera estado habría dedicado su vida a estudiarlos y cuidarlos. Su habilidad para comunicarse con los animales y su dulzura habrían conseguido convertirla en una prestigiosa veterinaria. Además de ser guapísima, lo que en lugar de ayudarla la llevó a la ruina (por la envidia de la bruja), podría haber sido una mujer hecha a sí misma.

La Bella. Profesión: escritora. De su cuento se desprende un bonito mensaje: la belleza está en el interior. Eso sí, el príncipe (que conocemos como una auténtica bestia) acaba siendo un tío bueno. Todos ganan. Pero en lugar de buscar su propio camino, una de las princesas más cultas, se dedica a arreglar las trastadas de su padre -un intento de inventor-. Si en la actualidad se viera en esa situación de tener que cuidar de un anciano gran parte de su tiempo, la Bella podría haber cuidado de su padre y a la vez haber mantenido su pasión por las letras gracias a un blog o a dedicar sus ratos libres a escribir grandes novelas.

La Bella Durmiente. Profesión: modista-diseñadora de moda. Esa fijación por la rueca podría haberla traducido en una profesión o una forma de ganarse la vida. Aurora es uno de los personajes más vacíos de la factoría Disney. ¿Esperar dormida a que te bese el hombre perfecto que quiera pasar la vida contigo y hacerte feliz? Suerte, querida. Mejor que esperarle, vive tu vida, apasiónate por la moda por ejemplo y si llega ese hombre, disfruta mucho del amor.

El caso de La Cenicienta es uno de los más complicados. Pero teniendo en cuenta que ser limpiadora no es nada vergonzoso, podría ser, evidentemente, una digna salida laboral. Si hubiera querido seguir investigando sobre sus posibilidades, esta princesa podría haber explorado el mundo del calzado, dada la importancia de los tacones en el cuento. ¿Quién sabe si podría ser la dueña de un imperio como Jimmy Choo?

También con Jasmine era un tarea complicada. No dibujaron el perfil del personaje con grandes ambiciones. Es cierto que no quería rendirse ante la imposición de un marido, quería elegirlo ella misma y ahí es cuando se monta el revuelo. Pero nunca duda de su posición, tras la presencia masculina. La belleza y el ímpetu de la hija del sultán podrían haberla llevado a las pasarelas de medio mundo como top model. Incluso podría haberse convertido en una guapa actriz, muy parecida a  Freida Pinto (protagonista de "Slumdog Millionaire".

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